jueves, 20 de octubre de 2011

HUENCA

Nunca olvidaré mi viaje a Huenca. Pueblo, poblacho, aldea …en donde no existe la incertidumbre y sí las ganas de vivir, pero vivir de una manera calma, tranquila, sin apresurarse, abarcando todo pero con límites, pues todo no se puede hacer, y como decía mi abuelo paterno, con todo el mundo no se puede quedar bien.


Podríamos encontrarnos al llegar a Huenca un cartel que nos dijera Huenca no es un lugar es un estado de ánimo peroNO HAY CARTEL QUE VALGA. Cuando tú entras en Huenca eso es lo primero que aprendes y no te lo dice nadie.

Huenca, Pueblo que podría estar situado en las montañas pirenaicas huenquenses, en donde nieva por castigo, en donde las montañas  que nos rodean  nos hacen sentirnos unos don nadie, y es por eso que  nos damos cuenta de lo que debe ser  la vida: un pasar pero a tu manera.  Huenca, que puede abarcar un país, un continente como que no te abarca más de un palmo de tierra, pues las dimensiones del lugar no importan, puedes ser tu mismo, tu mismo ataúd, no medirá más de dos metros, y pasarás allí diez años, te pudrirás, y te sacarán y te meterán en una bolsa de plástico, te llevarán al huesario, y allí si pasarás mucho más tiempo, hasta que no se acuerde un consejal de obras, diciendo que ese huesario va al carajo, y te llevarán a otro sitio, estarás otro tiempo y así hasta quedarte en NADA. Lo mortal es primordial en Huenca.

El concepto inhabitado no es del todo propio para Huenca, pues está inhabitado hasta que llegas tú. Y cuando pisas Huenca ya sabes que estás con mucha gente  pero solamente estás contigo, pues tu llevas a toda esa gente en tu mente.
Huenca no está lejos ni cerca, según como tú estés, así estará Huenca: lejos, cercano, ausente, en la Luna, en la Autralia del Norte…no importa. Huenca está en ti, tienes que buscar ese lugar y hasta que no llegues a conocerlo nunca alcanzarás la felicidad.
Huenca tiene su propia religión, su propio padre nuestro y depende como tu quieras llegar, en que quieras llegar, en moto, en coche, por los efectos las drogas, en sidecar…así entenderás cómo es Huenca. No es lo mismo entrar por el barrio de la desesperanza que por el barrio de la alegría, aunque los dos barrios al final, lleven al mismo sitio.

 Huenca tiene una Patrona, La Virgen de la Yerba Perenne, virgen, que se caracteriza por una manojo de Purple Haze en sus manos y una sonrisa de oreja a oreja, es la única virgen que enseña los dientes. Con Ella llegarás a Huenca y triunfarás, te encontrás y todo el verbo encontrar se transformará en conjunciones y verás el sentido más verdadero y fácil que es la vida: dejarse llevar, luchar por ser feliz, disfrutar de esos problemas que se te presentan, pues forman parte de la vida.

Huenca no es habitable. NO se puede estar permanentemente viviendo en Huenca, pues enloqueceríamos. Huenca es lugar de culto Peñasco  de peregrinación en el que el ser humano se encuentra consigo mismo y aprende que la vida es solamente una vez y hay que vivirla según lo que uno quiera hacer. Lugar para encontrarte y cuando te hayas encontrado, salirte. Eso sí, debes de tenerla siempre en tu mente, y visitarla cuando puedas, visitar la virgen de la yerba perenne y encenderle un cogollo. Acordarte de que la vida tiene un sentido y que ese sentido está en Huenca, y que HUENCA NO ESTÁ EN OTRO LUGAR QUE EN TI.