viernes, 16 de noviembre de 2012

UNA MUJER MAYOR VESTIDA DE NEGRO COMIÉNDOSE UNA MONDARINA

  Caminábamos. En silencio, CA-MI-NÁ-BA-MOS. La Virgen de La Yerba Perenne nos llevaba de la mano y nos  daba carta blanca para  pensar en lo que nos diera la gana. PENSAR: Dejar fluir las ideas, volar, evadirse, romper con Dios y su puta madre, que seguramente, también la tiene, como decía el famoso poeta local, Antonio el de la Petanca. Caminar sin rumbo: CAMINÁNDOSE, ENCONTRÁNDOSE…Y La Virgen de la Yerba Perenne nos conducía hacia Huenca.

  Empezó a nevar. No hacía frío. Subíamos aquellas calles sabiendo que lo que nos ocurriera sería perfecto: La Virgen de la Yerba Perenne te da esa certeza. Lo que te pase será INIMITABLE. Y subíamos aquellas callejuelas y escuchábamos ese frío monocorde y olíamos…a leña húmeda, a pan caliente, a perro mojado, a calles sin nadie,  a piedras con olor a monte,  a río que pasa con furia,  a verdina en las aceras, a lumbre en el hogar…OLOR A ESENCIA DE LO QUE ÉRAMOS. Pasábamos por aquellas calles en silencio, observando todo aquel mundo de sensaciones. Pero de pronto, aquella paz placentera se rompió: CRASH… y ya empezó Cristo a padecer.

  En una esquina, apoyada en la pared había UNA MUJER MAYOR VESTIDA DE NEGRO COMIÉNDOSE UNA MONDARINA Y UN GATO NEGRO GORDO QUE LA CUSTODIABA: ¡miau! !miau!. Nos fuimos acercando y antes de que pudiéramos ver su rostro, nos cautivó una voz ronca, añeja, que parecía venir de las tabernas de ultratumba, que nos dijo: aquí las mujeres son feas pero graciosas, pero follan cuando tienen que hacerlo. No supimos qué decir. LA MUJER MAYOR VESTIDA DE NEGRO CHUPANDO UN GAJO DE MONDARINA, nos señaló una puerta: Entrad, que vais a conocer a La Jaimona. Y empezó a reírse  a carcajadas. CARCAJADAS Y UN GAJO DE MONDARINA CIRCULANDO POR SU BOCA. EL Espejo, El Bola y yo, atónitos, no dábamos crédito a aquel espectáculo en el que LA VIEJA SACÁNDOSE EL GAJO DE MONDARINA DE AQUEL LUGAR SIN DIENTES, dejó de reírse y mirándonos fijamente a los tres, nos dijo: Tenéis que entrar…estaba escrito. Y EL GATO NEGRO GORDO, maulló: ¡miau!

   Entramos.

viernes, 2 de noviembre de 2012

EL APARCAMIENTO

     En un silencio absoluto, El Bola aparcó el coche de una manera que todavía hoy la tengo en el recuerdo. Cosas tan simples, como hacer un buen potaje de garbanzos, dar unos buenos días efusivos o hacer la cama a las siete de la mañana … son cosas que hay que hacerlas muy bien para que destaquen, para que perduren en la memoria de la Humanidad.
     El aparcamiento que hizo El Bola al llegar a Sallent de Gàllegos  fue digno de merecer un parón en la Historia del Automóvil Mundial. Quedará en el recuerdo para la posteridad, como el aparcamiento menos complejo de la Historia y  a la vez, como el más barroco, el más ornamentado, el más recargado que se haya visto hasta nuestros días. Dicha obra de Arte Automovilística se produjo en un llano, que hacía las funciones de Parking y que se encontraba  a las afueras del pueblo en donde no había ni un solo coche aparcado  y además, no había ni una luz que lo mal iluminara. El Bola, concentrado, abstraído, palpando la genialidad, con una suavidad fuera de lo normal, acarició el volante y dejó que sus manos fueran dimensionando El Espacio. Los parabrisas del coche iban al compás del Bola o El Bola al compás de los parabrisas ( hay misterios con los que me moriré sin resolver). Aquello era un desafío entre EL ESPACIO Y EL BOLA. Cambiaba de marchas de una manera armoniosa: primera, marcha atrás…primera, marchas atrás… Parecía que fuéramos volando en vez de ir rozando el suelo. Acelerador, embrague, primera, un poco de freno, embrague, marcha atrás, primera, mirar por el espejo retrovisor derecho, observar por el espejo retrovisor izquierdo, palpar un poco el freno, embrague, primera…TODO ERA ARMONÍA. Apagó el motor. Silencio. Lágrimas. Silencio. Oscuridad…y un suspiro que se le escapó al Bola. Y LA VIRGEN DE LA YERBA PERENNE APARECIÓ MONTADA EN BICICLETA.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA MUJER DE HUENCA

   El día  que dejes de pensar en  Huenca estarás perdido. Nunca debes dejar de pensar en sus gentes, en su buen estado de humor, en esa lentitud fructífera, en ese saber estar innato, en esa lucidez que da alcanzar la excelencia…y sobre todo en sus mujeres. Mujeres que les gusta follar y que además… te quieren o te querrán más que tú a ellas.

    El día que conozcas a LA MUJER DE HUENCA serás el hombre más feliz de la tierra: te sentirás dichoso de vivir, disfrutarás de la vida y de todo aquello que te rodea.  LA MUJER DE HUENCA  te iluminará con su belleza inaudita que te hará comprender la grandeza de este mundo y del otro, y del otro, y del otro…hasta la ETERNIDAD… y tiro porque me toca.

    Por LA MUJER DE HUENCA NO DARÁS LA VIDA por estar a su lado. Ella no quiere sacrificios: tú estás  con ella y ella está contigo, porque os amáis sin ningún tipo de condiciones.

   Por LA MUJER DE HUENCA  NO LLORARÁS, pues nunca te dará motivos para ello, pues ella siempre querrá lo mejor para ti. Algún día llorarás y ELLA se sentará a tu lado y te consolará en ese pesar.

   Por LA MUJER DE HUENCA NO LO DEJARÁS TODO: ella quiere que sigas viviendo, cantado, fumando, viajando… jugando a la petanca. ELLA no quiere que abandones TU VIDA.

   Por LA MUJER DE HUENCA, NO MATARÁS…NI TE MATARÁN. Ella no te creará conflictos por los que tengas que dejarte la vida en ello, ni luchar por conseguirla. Ella se convertirá en tu segunda madre, con la diferencia que ella nunca te tuvo en sus entrañas. Plenitud a mansalva, auge vital….!!EUFORIA PLENA!!! Tú sólo encontrarás el bienestar con ELLA. Tú serás feliz en cualquier lado, si ella va contigo, pero que si no va…tampoco pasa nada…porque ELLA también necesita estar sola.

   LA MUJER DE HUENCA siempre está disponible para ser penetrada, perforada, follada al más estilo natural. El día que se niega es porque ELLA ha visto que tú tampoco tenías ganas. Hacer el amor, fornicar, follar brutalmente, es lo normal y obligatorio que se debe hacer en Huenca.  Follar pausadamente, sin prisas pero sin pausa, como decía la canción. Oler esas vulvas resplandecientes que nos aflojan las piernas, saborear esas mieles como regalo divino…Follar hasta perder el conocimiento y dormir, dormir y soñar con los pajaritos verdes, con ese paraíso perdido que sólo existe en nuestras mentes. Levantarse por la mañana, feliz y con la sensación plena de que anoche te reíste de la enfermedad y de la muerte, entre gemidos. Y te acordarás de cómo tu mano era guiada por esa mano de la mujer de Huenca hacia su papo. Ella cogerá tus manos y se tocará con tus manos. Y con tus dedos se acariciará su ansiosa vulva que se muere de alegría. LA MUJER DE HUENCA nunca se masturbará… pero no por nada especial, simplemente,  porque no lo ve bonito. 

   LA MUJER HUENQUENSA va cuando tienen que ir y se queda en casa, cuando tiene que quedarse…porque ella, LA MUJER DE HUENCA, sabe hacer las cosas bien. ELLA sabe cómo acertar, porque ELLA es adivina, bruja buena que te guía por buen camino. LA MUJER DE HUENCA sí que tiene ese sexto sentido del que todas las mujeres presumen y  que la mayoría de ellas no tienen ni por barrunto. A LA MUJER DE HUENCA, debes escucharla en todo lo que te diga, pues a la larga te demostrará que lleva razón.

    ¡Oh, MUJER DE HUENCA!!, serás maga con mis manos, pitonisa de mi pene, sibila con mi semen, augur con mi futuro, agorera de mis desgracias, vidente de mi persona, profeta de mi vida. Y empieza a sonar Rubén Blades…  por la esquina del viejo barrio lo vi pasar, con el tumbao que tienen los guapos al caminar… la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…Ay Dios. Pedro Navaja Matón de Esquina, quién a hierro mata a hierro termina. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…Si el año pasado todo nos sobraba, el año que viene nos faltó tó… la vida te da sorpresas…

   LA MUJER DE HUENCA se ríe con tus cosas, con tus gracias. Te entiende y tú también llegas a entenderla…con  su puta madre, que seguramente  también la tienen, verso famoso de Antonio El de la Petanca. En Huenca, la MUJER se convierte  en un ser genial: DIVINO. Comparten tu mundo y disfrutan con tu mundo: aunque no estén muy de acuerdo con tu mundo, pero te entienden… que ya es algo.

     VERBO ENTENDER. El profesor de Lengua Española, corrige los ejercicios de los verbos conjugados, ante una clase repleta de alumnos. Conjugamos de nuevo el verbo ENTENDER: yo entiendo, tú entiendes y ella no en-ten-día. Aquí tendríamos el error gramatical: Ella no entendía. Estamos ante  un pretérito imperfecto de indicativo, donde tendría que haber un presente simple. EL ALUMNO QUE PREGUNTA MUCHO,  interrumpe al profesor: don Alfonso, ¿ ella, quién es, la pájara o la lumiasca?. EL PROFESOR duda, porque es de sabios dudar…y responde grandilocuentemente:  Al final… ella fue la culpable de todas nuestras desgracias. Y muy pomposamente se le escapa UN ERUCTO, con aromas a puerro silvestre…y continúa con la explicación: Ella no entendía. Aquí el verbo ENTENDER se convierte en el verbo NO ENTENDER: en el momento en que LA MUJER, en letras mayúsculas, deje de entender (deje de en-ten-der-te), estarás perdido. Suena el timbre. Los alumnos  salen corriendo en busca de ese patio en donde como jilgueros enjaulados encuentran un poco de libertad. Sólo se queda en el aula un alumno: EL ALUMNO QUE PREGUNTA MUCHO.

   EL PROFESOR se queda recogiendo sus esquemas y se acuerda DE LA QUE TE DIJE: de la lumiasca, de la pájara y lo sorprende otra pregunta de EL ALUMNO QUE PREGUNTA MUCHO: don Alfonso, ¿ y si la mujer no te entiende? EL PROFESOR se aprieta la corbata,  el sudor le salpica la calva y comienza como LA MUJER deje de conjugar el verbo ENTENDER y tú dejes de  llevarla de la mano por tierras huenquensas, ¡! Cuídate de ellas!! Vete a la Australia del Este, sal corriendo y que no te vean, pues serás víctima de la desgana  y de los REPROCHES:  pa qué estamos pudiendo estar en Chipiona, si llego yo a saber esto no paso por la vicaría, me voy y no voy a volver más.…!tus muertos!. En el momento en que LA MUJER no entienda donde está Huenca, ni cuál fue la última vez que estuvo…  mejor que te vayas haciendo tus propias pajas. Y aparte, te vayas haciendo una cajita con tus dimensiones, muy tranquilamente. Vas haciendo tu cajita de madera, poniendo tus puntillitas, incluso puedes pedirla de caoba o pino Flandes( no tengo ni puta idea de cómo se hace una caja de muertos: infórmate!): tienes tiempo, pero que sepas que las 24 horas que tiene el día estarás pensando en tu caja fúnebre. Vivirás en tu caja, comerás y dormirás en ella. Mientras antes la acabes, mejor: antes empezarás a descansar. De otra manera, serás un fiambre que no huele. EL PROFESOR calla unos segundos y contempla  a La Virgen de la Yerba Perenne, que enmarcada, preside la clase. EL PROFESOR continúa con su plática, muy grandilocuentemente: Eva, según la Biblia, fue la primera hija de puta que pisó la tierra, y ¡qué coincidencia!, era  MUJER:  ese ser fatal, perverso, maligno, que se lleva los muebles y te dice que tienes que darle 1000 euros, criatura odiosa, jefa coñazo, puta que se piensa que te está haciendo un favor, calientapollas perpetua, zorra que se come los huevos de otro nido, pájara que no te deja vivir tranquilo, ser humano que lo único que persigue es amargarte la vida, criatura de Dios que le faltó tiempo de desobedecer, protectora sanguinaria de la especie humana, coño viviente que persigue unos objetivos, dominanta del mundo terrenal, bolsa de ideas anticipadas, alimaña que enseña las bragas y que tiene veneno en sus entrañas, persona que te ridiculiza hasta el punto de hundirte, lumiasca que disfruta cómo calienta al personal, puta por vocación, si no me follas tú, me folla otro, fanlopera, comebolsas, cocainómanas que dan su coño por una raya,… ESTA MUJER NUNCA VISITÓ HUENCA.

   Al profesor lo sorprende, de nuevo, otra interrogación del ALUMNO QUE PREGUNTA MUCHO: don Alfonso, ¿dónde está Huenca? EL PROFESOR, muy pausadamente, sentencia: Huenca no es un lugar, es un estado de ánimo. Y de nuevo se le escapa otro ERUCTO, con aromas a puerro silvestre. 

   Cuando ya EL PROFESOR había dado su discurso por concluido, lo asalta de nuevo otra duda del ALUMNO QUE PREGUNTA MUCHO: don Alfonso, ¿y eso puede ser?. El PROFESOR, con la paciencia de Antoñito en primavera, responde, muy burlonamente: Mira, Chavalin, algún día te enamorarás, conocerás aquella chavala que te nubló la vista nada más verla. Perderás el norte e incluso el sur: sólo querrás estar al ladito suya. Vivirás para ella, lo harás todo por ella, respirarás, te levantarás de la cama temprano, te depilarás las piernas y las cejas…por ella.  Ya estás atrapado…pero como tú no te des cuenta de que te han atrapado como una mosca en una telaraña, ¡qué sepas!, que serás víctima de un engaño, de un embrujo. Qué sepas,  que  serás su perro faldero de por vida, su mayordomo fiel, su guardaespaldas perpetuo, su cornudo consciente, su más honesto devoto: tú  verás sólo lo que ella quiera que veas. Verás por sus ojos,  verás su mundo…pero serás feliz.  Pasarán los años y seguirás siendo feliz: paseando al perro, yendo a donde ella quiera, aceptando a sus amigos, incluso al amante que le come el coño mientras tú estás cogiendo coquinas en la playa. Todo lo aceptas por amor. No pasa nada: el amor y la ceguera comparten pupitre. Así, un día, sin saber qué hacer, pues tu mujer se ha ido a la peluquería y estás aburrido y apenado,  llegarás al Bar La Coña y dirás unos buenos días, pletóricos, enérgicos. Le pedirás al Camarero Calvo, un descafeinado de máquina cortao: tomas descafeinado, porque para colmo te han dicho que tienes la tensión alta y no puedes tomarte nada que te acelere. Te creerás más que nadie, irás con esa sonrisa de idiota del que se cree que lo sabe todo, con esa superioridad y esa valentía, idiota, que sólo da el amor: AMOOR.  Y cuando hayas dado un vistazo general a todo lo que tú puedes acaparar (la máquina de café está asquerosa, el cuadro aquel es una mierda…etc, etc), te percatarás de la conversación que están manteniendo El Camarero Calvo y el gran filósofo comarcal, Yoni Palomero. Éste, afirmará su más famoso teorema filosófico: Desconfío de todos los tíos que están muy enamorados.  Yoni Palomero sigue hablando con El Camarero Calvo, mientras tú  sigues tomando tu café y pensando si serás tú uno de esos tíos que dice el afamado filósofo. El Camarero Calvo sigue entusiasmado escuchando a Yoni Palomero. Tú piensas que son idiotas, qué se creerán estos imbéciles con tanta filosofía de mierda y tanta literatura asquerosa.  El Camarero Calvo se sonríe, parece que te ha leído el pensamiento y mira a Yoni Palomero, que grandilocuentemente afirma, de nuevo: Desconfío de todos los tíos que están muy enamorados. RÍEN. RÍEN A CARCAJADAS. Llegarás a tu casa y le contarás a tu mujer la conversación que has escuchado en el Bar La Coña, porque, como eres tan imbécil,  todo lo que te ocurre se lo cuentas a tu mujer. Directamente, tu mujer te dice que eres un idiota escuchando a esos intelectuales de tres al cuarto. TU MUJER. Vivirás feliz, no lo dudo, pero ciego ante el mundo y ante la vida. Y de nuevo, El PROFESOR, el eminente profesor, el que todo lo sabe y todo lo predispone, se le escapa, por tercera vez, OTRO ERUCTO, porque es de sabios ERUCTAR: expeler por la boca los gases del aparato digestivo.

   Aquí las mujeres son feas, pero graciosas y follan cuando tienen que hacerlo. Estas fueron las primeras  palabras textuales que escuchamos  El Espejo, El Bola y yo, cuando pisamos Sallent de Gallegos.



jueves, 19 de enero de 2012

DE PUNTA A PUNTA

    Cuando la presencia de la Virgen de la Yerba Perenne  ha ocupado un lugar en tu vida, ya todo es perfecto. No hay nada que te pueda molestar, ni nada que enturbie tu bienestar: todo es llevado con la mesura que corresponde a los grandes hombres. Los contratiempos forman parte de la vida: es la sexta regla que aprendes cuando llegas a Huenca. Lo peor que te pueda pasar,  es entendido y vivido de una manera… natural.

    Teníamos ante nosotros 1100 km hasta llegar a nuestro destino pero nada nos empequeñecía. Todas las curvas, todas las rectas, todos los peraltes mal formados, todos los adelantamientos de cualquier cabrón que se precie, eran conducidos por las manos de esa Virgen que todo lo cura, que todo lo salva, que todo lo predispone a su manera, que no es otra que la calma y la sinceridad de ser feliz.

    Los kilómetros pasaban, ¿o pasábamos nosotros?, los pueblos a lo lejos se divisaban y los veíamos por dentro, pues tal era nuestro estado de lucidez, que no veíamos sólo las torretas y las antenas parabólicas, veíamos la civilización del Hombre a cuesta de nuestras espaldas. ENUNERACIONES DE PUEBLOS, DE CIUDADES, DE ALDEAS, QUE NOS SALUDABAN AL PASAR. Todas con una idiosincrasia peculiar, pero en el fondo todas, desde los que viven en Mostoles  hasta los que vivimos en Huenca, TODOS, sin excepción, enterramos a nuestros muertos y lo pasamos canuta cuando alguien nos da una patada en el corazón… porón pon pon.

   COMENZAMOS A ATRAVESAR  ESPAÑA DE PUNTA A PUNTA. Pasamos Écija, la sartén de España, allí alquilamos un ático para pasar el verano, y nos cansamos de beber en sus plazas, de pasear por sus calles y de disfrutar la calor astigitana. Córdoba, nos convertimos en musulmanes y nos fuimos a la Mezquita y rezamos una salve en honor a la Virgen de la Yerba Perenne. Pasamos los Despeñaperros, lugar mágico en donde el ser humano se encontraba y se ocultaba, y donde  nos convertimos en bandoleros atracando el Ave y formando el follón: éramos los tres salvadores del mundo ante tanta injusticia. Nos encontramos con que dicho tren iba cargado de políticos corruptos, banqueros mezquinos, jueces imbéciles…Les quitamos sus trajes, sus blackberrys, sus dietas, sus preferencias, sus privilegios, sus tonterías y… nos cagamos en sus muertos…!!Éramos los salvadores del Universo!!!. Y la Virgen de la Yerba Perenne nos llamó a la calma.

    Llegamos a la Mancha, llano inmenso, llano que aburre, llano monótono que nos hace  recapacitar sobre la vida. Vimos la Castilla antigua de Machado, nos revolcamos en sus vinos, en sus carnes…en su historia. Divisamos a lo lejos, a don Quijote con su Rocinante y a Sancho con su borrico sin nombre.  Nosotros seguíamos amando la vida desde todos los ángulos, éramos seres sobrehumanos, pues veíamos que la vida era para vivirla y no para llorarla…Y la Virgen de la Yerba Perenne nos seguía iluminando.

   Pasamos, Aranjuez, Ocaña, poblaciones históricas de España pero que sólo habíamos visto por un letrero blanco de la autovía. En Ocaña visitamos a nuestro querido y amigo, Manolito, que andaba ganándose la vida montando gallinas y pavas negras, con las que competía en la Alta Escuela de Salto de Viena: Manolito, atríncame el pito, fueron mis palabras de despedida.  Nos encontramos de frente con Madrid, con sus encantos y desencantos, con lo mejor y lo peor, con lo más caro y lo más barato, con la bohemia y la golfemia…Madrid, Madrid, Madrid…y en la Plaza Mayor, nos esperaba, Jesús el Madrileño, mi grandilocuente amigo, que al vernos nos recitó un poema del famoso escritor  Antonio el de la Petanca: Si quieres saber quién soy, dentro de España estoy. Mi hogar es un olivo. Te escribo estas cuatro letras, para recogerme contigo, ¿qué quieres más, cariño? Corazón sin trampa, morcilla sin ataero. Corre, ve y dile a tu padre, que si quiere ser mi suegro. Lloramos de la emoción … y nos llevó por tabernas típicas con olor a castizo, a madrileño chulesco, a eses bien pronunciadas, a sus noches de Lavapiés, a sus madrileñas buscando andaluces como locas, a hostales de habitaciones diminutas en donde se mea en los lavabos… Estuvimos en Las Ventas y vivimos sus corridas nocturnas y diurnas…Y la Virgen de la Yerba Perenne seguía con nosotros, indeleble.

   Guadalajara, señorial, ciudad maldita  y que siempre sonará a viejo. El Espejo nos contó su parecido con la Habana, y ya apareció Cuba y su música. Sus 21 días tocando la trompeta, sus noches, el buen rollo entre Espejo y Cuba. La pinza de langosta se convirtió en maracas, en congó, en timbales…fuimos bailando hasta La Habana y nos encontramos con mulatas que nos cogían el culo y nos abrían la boca y nos decían: guuuAAApo. Nos encontramos con la Cuba de Cabrera Infante y con muchas ninfas inconstantes, nos enamoramos y nos desenamoramos…y al final, nos cagamos en los muertos de Fidel Castro, pero…con mucho respeto. Y la Virgen de la Yerba Perenne nos encauzaba el camino.

    Vimos el Castillo de Torija, elegante en su cerro y dormimos una noche con la doncella más guapa del lugar y no quiso succionárnosla pues en aquellas tierras aquello no se llevaba. Trijueque con su tradición de la peseta y el duro y… nos disfrazamos de pajarracos viejos y perseguimos a las mozas solteras del pueblo, y seguidamente nos dieron su duro… en el que entramos y nos quedamos diez días durmiendo. Torremocha del Campo con sus olores a cabrito, sus duelos y quebrantos y su famosa miel de La Alcarria. Allí, sus 267 vecinos se manifestaron para que nos quedáramos a vivir en su pueblo. Y nos quedamos. Y vivimos como reyes. Con aquella mujer mayor, Rosalía: que nunca olvidó cómo agradar a un hombre.  Arcos de Jalón, olor a matanza en su calles y los cochinos chillando sabiendo que la vida se les iba y ellos diciendo que  no querían morir porque nunca pensaron en  suicidarse. Y la Virgen de la Yerba Perenne se encargaba de traernos datos, conceptos, imágenes.

   Cetina, pueblo austero con su Contradanza por bandera, en donde hicimos de ejecutantes del Diablo y bailamos con esa música monótona hasta alcanzar el nirvana cetino. Alhama de Aragón, con sus aguas termales en donde estuvimos bañándonos quince  años y un día,  saliendo rejuvenecidos para siempre.  Ateca, villa chocolatera, la de los famosos  huesitos, en donde nos vimos rodeados de chocolate y con mujeres achocolatadas que se deshacían en nuestras bocas. Y la Virgen de la Yerba Perenne se hizo repostera de nuestras vidas.

    CALATAYUD, Castillo de Ayub, la Almunia de doña Gomina, cerezas, melocotones y manzanas y un primo de mi padre que seguía hablando andaluz y que nos invitó a almorzar, con su hija Edurne, de la que nos enamoramos y nos hicimos una gallarda a su costa. La Muela, energía eólica, viajes al caribe subvencionados por el ayuntamiento…y la Alcadesa al cajón, por corrupción, pon ron pon pon. Y nos acordamos de nuestro alcalde bujarrón, de sus pases de muleta, de su famosa pregunta niño, ¿tú estás preparao pa tó, pa tó, pa tó?, de su pederastia, de su mayoría absoluta, de su corrupción, de ese pueblo nuestro que nunca lo votó…y todos sabíamos que era un CABRÓN. Y la Virgen de la Yerba Perenne cogió el estoque.

    Zaragoza, ciudad que había que conocer, cosmopolita y americana, en donde nos bebimos cincuenta botellines de cerveza Ambar y ya encervezados nos fuimos a su barrio antiguo, y nos encontramos con Bumbury que nos dijo que no cantaba más porque no le salía de los huevos…y conocimos alguna que otra mañica, con sus tradicionales verrugas en las manos: todas las mañicas presumen de sus verrugas. Y la Virgen de la Yerba Perenne nos descubría el sendero.

   Pasamos Zuera ,  Almudévar, Sabiñáñigo, situados en el Valle del río Aurín, vimos un gran polígono industrial rodeados de montañas, en la que El Bola alquiló una nave para que su red logística abarcara más lugares: El Bola quería internacionalizarse, costara lo que costase . Vivimos seis meses, en estos pueblos desangelados. El Bola se quedó en Zuera, practicando el saque de pelota, pues allí se había instalado uno de los mejores tenistas del momento, David Escudeiro, y decía que se iba a dedicar a practicar lo inútil, lo innecesario, además de ampliar trabajo por aquella zona. El Espejo se hospedó en Almudévar, en donde se dedicaría a perfeccionar el baile de los Danzantes, con su pinza de langosta haría ruido, pues nadie del pueblo había visto un danzante con aquel instrumento tan inmaculado. Yo me quedaría en Sabiñáñigo y prepararía la prueba ciclista, la Quebrantahuesos, seis meses para practicar mi deporte favorito y partirme el culo subiendo esos cerros: Qué bonito era el ciclismo. Nos veríamos cada semana, los sábados al mediodía, y nos contaríamos cómo iban nuestras experiencias, cómo iban nuestras vidas. Y la Virgen de Yerba Perenne nos subvencionaba con su beneplácito.

   EMPEZAMOS LA DURA MONTAÑA. Biescas y nos acordamos de su  famoso camping  y de las inundaciones y de las muertes. Nos pusimos trágicos y pensadores, y pensamos  cómo hay pueblos que son recordados por la desgracia, toda la vida. Nos paramos en la Ermita de Santa Elena, patrona de toda la localidad y del todo Valle del Tena, y rezamos  una salve al compás del aire, y nos acordamos de un cartero del pueblo que llevaba las penas de esta virgen. Empezamos a subir lenta y pausadamente, la vida era esto, no había otra manera de llevarla, reposada, tranquila…Los paisajes empezaron a conmovernos, a deleitarnos: la vida nos brida momentos que no debemos desaprovechar. Cerros nevados, frío que gusta, frío de sierra polar. Casitas encantadas en donde lo mismo podía vivir un pastor con sus putitas como podía vivir un arquitecto con su mujer y su perrita. TODO ERA POSIBLE EN AQUEL MUNDO.Y la Virgen de la Yerba Perenne nos seguía iluminando el camino.

   Polituara, cascadas, ríos, lagos inmensos en los que mojarse en verano y disfrutar de su belleza en invierno. Alquilamos una casa y nos convertimos en artistas, en bohemios. Nos dedicábamos al arte. El Bola se convirtió en artesano del barro, El Espejo empezó a encontrarse con sus partituras y  yo me hice poeta bucólico y pastoril,   y una mierda pa mí. Y la Virgen de la Yerba Perenne nos  mandaba e-mails  de inspiración.

   Pasamos por Bubal con su embalse majestuoso y su pueblo antiguo inundado por sus aguas. Atravesamos su selva y vimos alguno que otro oso polar navegando a la deriva. Saqués, emplazado junto al Barranco del Góngol y donde compramos diez quesos, y quisimos quedarnos dos años, pues tal cantidad de mujeres hermosas vimos, que a punto estuvimos de enamorarnos, sino llega a ser por un viejo que nos avisó de que todas eran brujas y que te  sacaban el alma, después de follarte vivo… Seguían las montañas nevadas, los copos de nieve cayendo, el frío que nos ponía más vivos: el frío siempre será más sano que el calor, decía mi doctor de cabecera. Tramacastilla de Tena, lugar idílico donde morirse, comiendo jamón y bebiendo sus vinos agrios y rotundos. Escarrilla, con su río Escarra atravesando sus casas de piedra y tejados de pizarra… y la Virgen del Costechal, en su iglesia, a la que fuimos a saludar con una caída al suelo: amén.  Y la Virgen de la Yerba Perenne nos susurraba en las orejas (que no oídos), Os llevaré a Huenca, os llevaré a Huenca, os llevaré a…

   Seguíamos entre arboles inmensos, entre montañas, que ya casi ni veíamos, pues ya estaba anocheciendo. El coche marcaba -2 grados. Nosotros seguíamos riéndonos de la vida, disfrutando esa aventura que era vivir: VIVIR. Paramos el coche y  nos dimos cuenta de que teníamos que detenernos. Al fondo se distinguían las luces de Sallent de Gállegos: nuestro primer destino. Y la Virgen de la Yerba Perenne pisó el freno y metió primera.